jueves, 17 de julio de 2008


“El espíritu del hombre que sueña queda plenamente satisfecho con lo que sueña.
La angustiante incógnita de la posibilidad deja de formularse.
Mata,
vuela más de prisa,
ama cuanto quieras.
Y si mueres, ¿acaso no tienes la certeza de despertar entre los muertos?
Déjate llevar, los acontecimientos no toleran que los difieras.
Careces de nombre.
Todo es de una facilidad preciosa.”



André Breton, Manifiesto Surrealista



El Señor Breton me dijo:



“El hombre propone y dispone.
Tan sólo de él depende poseerse por entero, es decir, mantener en estado de anarquía la cuadrilla de sus deseos, de día en día más temible.
Y esto se lo enseña la poesía.
La lleva en sí la perfecta compensación de las miserias que padecemos.
Y también puede actuar como ordenadora, por poco que uno se preocupe, bajo los efectos de una decepción menos íntima, de tomársela a lo trágico”