martes, 20 de mayo de 2008

(...)



lunes, 12 de mayo de 2008

Pienso en Gatos

Pienso en Gatos.
Ahora,
Pienso en un hombre.
Pienso en este hombre, que no es cualquiera es éste.
Es´te que ahora tengo en mi mente y del que ahora estoy escribiendo.
Este hombre que me hace escribir.
Que no es uno, que es muchos.
Que es todos.
Que es uno.
Este hombre con el que comparto libros y música.
Fracciones del día, de la noche.
Momentos de embriaguez filosófica y poética.
Instantes de calma, de sobriedad.
Este hombre que es total incertidumbre.
Incertidumbre que se despliega en un lenguaje soberbio, ambiguo y complejo.
Lenguaje de palabras que comparto y comprendo.
Yo lo entiendo. Él parece entenderme.
Ya somos un nos.
Somos un somos.
Dualidad exquisita.
Nuestra dialéctica se hace adictiva.
Seamos presencia o ausencia.
(...)
A veces no somos habla.
A veces dejamos de ser lenguaje hablado.
Él se detiene en su discurso, me observa y se hace silencioso.
Dejamos de ser,
Cuando él decide callar.
Dejo de ser,
una vez se suspende la armonía lógica de los pensamientos que materializa, verbaliza y sustantiviza en la sinfonía de su habla.
Dejo de ser,
Cuando nos hacemos miradas.
y durante ese fortuito acontecimiento,
me abandono entonces a la contemplación de sus bellos ojos malevos.
De este entrecruzamiento, surge, emana el deseo.
Un deseo sobre lo imposible.
Un deseo por lo inaprensible.
Un deseo por este hombre que es materialidad de lo contradictorio.
Este tirano que se presenta como esclavo.
Esta evidente mentira que me resisto a cuestionar.
Esta evidencia de lo evidente imposibilita su cuestionamiento.
Deseo y me pierdo en su maldita belleza.
Cierro los ojos y recuerdo su cuerpo. Su esbeltez.
Cierro los ojos y recuerdo detalles de su asimetría, de su irregularidad.
Y es entonces cuando me siento aún más desdichada.
Poque toda imperfección en él es lo que me hace adorarlo, buscarlo, desearlo e imaginarlo.
Pienso en gatos.
Pienso en él.
Pienso en él.
Pienso en gatos.
Soy de él cuando habla y cuando calla.